Una tierra con historia
Para Anne-Caroline Biancheri, la idea de formar una familia representaba la decisión de emprender una vida concebida desde los valores, los paisajes y los aromas con los cuales quería ver crecer a sus hijos. Y empezó por la tierra. En busca de este lugar, llegó a la región de Vista Flores, ubicada al pie de la Cordillera de los Andes, en el Valle de Uco mendocino. Una zona privilegiada por la belleza incomparable de sus paisajes que conjugan las mejores condiciones geográficas y climáticas para la elaboración de vinos emblemáticos. Ahí comenzó a echar raíces Antucura, en la tierra de los habitantes originarios de la zona, en donde el pedregullo abraza las vides sobre su nutrido terroir. Antucura significa “piedra del sol” en la voz de aquellos habitantes, bajo la antigua lengua Mapudungun.
Las noches frescas y los días llenos de sol acompañan la madurez de los granos que luego se cosechan manualmente.